Mudarse a un internado es una de las decisiones importantes y no del todo fáciles de la vida. Todo cambio de situación en la vida implica siempre alejarse de lo familiar, de las relaciones cercanas o de los hábitos y lugares apreciados. Esto puede provocar cierta inquietud ante lo nuevo, lo desconocido. Para todos los alumnos del internado de Louisenlund, este cambio supuso un reto personal que superaron con éxito. Muchos de ellos dicen ahora con convicción: "He ganado mucho más de lo que he renunciado".